La homologación es la validación oficial que garantiza que tu casco cumple con normas de seguridad estrictas. En Europa, la norma más común es la ECE 22.05 (que será reemplazada progresivamente por la norma ECE 22.06, aún más exigente). Esta homologación impone pruebas rigurosas: resistencia a impactos, absorción de energía, estabilidad, resistencia del sistema de fijación, etc. (Si quieres saber más sobre las normas, te invitamos a consultar este artículo)
¿Dónde encontrar la prueba de homologación en tu casco?
Para saber si tu casco está homologado, verifica las etiquetas y marcas:
- La etiqueta ECE: Generalmente pegada en el interior del casco, esta pastilla redonda lleva un número «E» seguido de una cifra que identifica el país que emitió la homologación, así como el código de la norma (por ejemplo E22 05 para ECE 22.05).
- La marca en la carcasa: En algunos modelos, el logo ECE también se coloca en el exterior.
- El manual o la documentación: SHARK siempre incluye esta información en el manual entregado con cada casco.
Sin estas marcas, tu casco no cumple con la ley y puede valerte una multa en caso de control.
¿Cuándo expira la homologación?
Técnicamente, una homologación no tiene una fecha de expiración inscrita en el casco. Pero en la práctica, la seguridad de un casco se degrada con el tiempo y el uso:
- Duración de vida recomendada: SHARK aconseja no superar los 5 años de uso, incluso si la homologación sigue siendo válida.
- Normas evolutivas: Las normas de seguridad evolucionan, y un casco homologado hace 10 años no ofrece las mismas garantías que un casco lanzado recientemente.
- Desgaste y envejecimiento: La espuma interna, los materiales compuestos y las correas pueden perder sus propiedades. Un casco viejo o dañado puede no cumplir con los criterios de homologación inicial.
¿Cómo saber si tu casco sigue siendo seguro y homologado?
Algunos gestos simples para verificar tu casco:
- Inspecciona el estado general: Carcasa agrietada, espumas deformadas, correa dañada = PARADA inmediata.
- Busca la etiqueta de homologación y verifica que corresponda a una norma aún vigente.
- Prueba el ajuste: Un casco demasiado suelto o deformado pierde su capacidad de protección.
- Nunca ignores un golpe: Después de una caída o un golpe, incluso mínimo, cambia tu casco. La integridad de la carcasa está seguramente comprometida, y por lo tanto, la homologación ya no es válida.
Nunca dejes tu seguridad al azar. Conduce con un casco que te represente: preciso, audaz y sin compromisos.
